Hubo una vez un niño
en la esquina de mi infancia
que soñaba sueños imposibles
que en su mente se hacían realidad.
Hubo un vez un niño
que supo tener la inocencia
pura de quien creía en todo y todos.
Hubo una vez un niño
que supo tener mil y un amigos
con los que compartía infinitas horas
disfrutando libremente sin otra preocupaciones
mas que el ser feliz a cada instante.
Hubo una vez un niño
que poco a poco fue creciendo.
Y sin darse cuenta ni cuando, ni donde,
sus sueños se fueron desvaneciendo.
Hubo una vez un niño
que tan pronto creció que ni cuenta se dio
de lo mucho que le gusto ser niño.
Hoy ya es un hombre.
Un hombre con sueños partidos.
Sueños que se rompen, se quiebran,
pero que nunca se pierden.
Ya llegará el día que deje de soñar
y será justo ese día cuando
su corazón se apague.
Mientras tanto... hay
un hombre lleno de amor para dar
y dispuesto a recibir.
Un hombre que no por llegar a ser hombre
dejo guardado en su corazón
la nostalgia que hoy trae a su memoria
su alma de niño.
KASPER
RAUL DI BLASIO - CORAZON DE NIÑO
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