Cuando nuestro amor nació
eran millones de sueños por cumplir.
Sueños de amor,
de progreso, de trabajar juntos,
de vivir y disfrutar,
de viajar y compartir.
Los años fueron pasando
y la realidad
fue matando esos sueños.
Algunos de ellos se fueron cumpliendo,
otros quedaron para siempre enterrados
en el arcón de los recuerdos...
Poco a poco la rutina fue adueñándose
de nuestros cuerpos y nuestros corazones.
Sin prisa pero sin pausa
se fue muriendo el amor
ese que llevábamos dentro.
Mas hicimos varios intentos
por recobrar lo nuestro...
Pero todo fue inútil...
el amor yacía muerto.
Como aquel jarrón de tu abuela
que un día sin querer
deje caer al suelo...
No hubo forma de unir los pedazos
porque nuestro amor yacía muerto.
No me pidas perdón
porque acá los dos fuimos culpables
por dejar morir nuestros sueños...
No me digas que quieres un tiempo...
si sabes que no se puede
volver el tiempo atrás.
Solo te pido un último favor..!
si lo nuestro ha de terminar así...
Si de mi vida has de partir...
despídeme con un beso..!
KASPER
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