Camina despacio. Disfruta el paisaje. Eres libre.
Libre como el viento. Como el pájaro que vuela.
Nada entorpezca la sensación que trae a tu corazón
esto que hoy nos toca vivir. Se paciente. No corras.
Si te apuras te perderás gran parte de lo bello
que tienes a tu alrededor. Respira profundo.
Siente el aire entrar a tu pulmones. Aire puro de campo.
Aire de naturaleza viva que te rodea y energiza.
Puedes sentirlo? Ya estas relajado/a.
Un inmenso clima de paz embarga tu corazón.
Se prudente. Acepta la vida que te toca vivir.
Nada ocurre porque si en nuestras vidas.
El que tu estés hoy aquí leyendo esto que escribí
tampoco es casual. Así debía ser. Lo necesitabas.
Y aquí estoy Yo para acompañarte a transitar imaginariamente
con los ojos cerrados este camino imaginario
que trazamos juntos en esta historia diaria
que di en llamar: Mi historia entre tus dedos.
Gracias por ser ya parte de ella.
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