Te amo pero ya no puedo hacerte el amor

Es lo que nos sucede cuando el desgaste y la rutina han apresado nuestro vínculo. Así, las peleas cotidianas o la falta de comprensión forman parte de nuestros encuentros, volviéndolos momentos de distanciamiento y tensión.

Sentir amor y no poder entregarse sexualmente a la persona amada provoca una gran ansiedad: algunas parejas consensúan la decisión de seguir juntos por la vida absteniéndose del sexo.

Si perdimos el deseo o la pasión que solíamos tener, ya no resulta lo más importante porque sentimos que nuestro amor está intacto. La expresión “Nos amamos” cambia su sentido por “Nos necesitamos”, sólo con el objetivo de continuar porque no podemos sobrevivir sin el otro.

Cuando el sexo deja de ser importante como forma de diálogo y comunicación en la pareja, es claro que están padeciendo un conflicto que se tapa, para evitar la ruptura que devendría en el momento en que ambos se den cuenta de que ya no funcionan como una pareja normal. ¡Cómo pueden seguir juntos fingiendo ser pareja cuando hay apatía sexual!

Está claro que se perdió la motivación o el deseo de tener sexo, la necesidad de descubrir día a día nuevas sensaciones y de la novedad en el encuentro.

El desencanto los gobierna y ya no logran conseguir la excitación, no pueden sentirse, no funcionan como pareja, se vuelven ajenos a un tema importante para que funcione la relación, que suele ser negado por ambos como punto de conflicto.